Importancia de aprender a leer y escribir música

Una de las mejores formas de poder acercarse a la cultura es sabiendo leer y escribir. En música ocurre lo mismo. Para poder conocer este legado cultural es necesario aprender mínimamente a leer y escribir música, de lo cual fue un gran defensor el gran musicólogo Zoltan Kodály.

Koelsch ha investigado sobre la superposición del lenguaje y la música. Cantar o hacer música es muy beneficioso para la consecución del lenguaje, nos dice, y está demostrado que a los niños que se les estimula el lenguaje musical aprenden más rápido los procesos del lenguaje hablado (citado en Giráldez, 2014, p. 25-26).

Los niños parecen tener una habilidad natural para aprender las reglas del lenguaje y de la música siempre que estén expuestos a ejemplos (citado en Sloboda, 2015). Por eso es muy conveniente comenzarlo tempranamente en edad escolar.

¿Cómo se organiza?

Desde primero hasta sexto Primaria, los alumnos entran en contacto directo con el lenguaje musical. En Infantil hay un contacto tangencial, puesto que lo importante en estas etapas tiene una base más práctica que teórica.

La incorporación de figuras y notas sigue una progresión que permite a los alumnos, de manera fácil y sencilla, ir adquiriendo todas sus pequeñas variaciones. Explicar todo esto aquí supondría extenderse demasiado, así que os remito al apartado de “Programación” para que podáis ver la secuencia completa de cada curso, dentro de la columna “lenguaje musical”.

En clase, cada día, todos los alumnos leen un pequeño fragmento melódico con un acompañamiento de piano de fondo, todo ello compuesto por mí especialmente para cada curso y para cada tema (en cada nivel hay 12 temas por curso). De esta manera, todos los días leemos música en clase, cantándola.

El lenguaje musical está orientado a poder leer adecuadamente las canciones de flauta. De modo, que para cuando llega tercero de primaria (que es cuando empiezan con la flauta), los alumnos pueden leer las canciones perfectamente.

Espero que animéis a vuestros hijos con las fichas de lenguaje musical que, ocasionalmente, van de trabajo para casa y con las canciones de flauta para poder leerlas correctamente.

Entre todos, lograremos que adquieran una base suficientemente buena de lenguaje musical.